La reparación de portones eléctricos no es algo que deba postergarse, especialmente cuando comienzan a presentarse señales evidentes de falla o desgaste. Muchas veces, los propietarios tienden a normalizar ciertos comportamientos del portón —como ruidos extraños, movimientos irregulares o demoras en la apertura— sin saber que son indicios claros de que se necesita servicio técnico urgente. Ignorar estas señales no solo pone en riesgo la funcionalidad del sistema, sino también la seguridad del hogar y de quienes lo habitan.
Uno de los síntomas más comunes de un portón en mal estado es el funcionamiento intermitente o errático. Si notas que a veces abre y otras no, o que requiere varios intentos desde el control remoto, esto puede indicar problemas eléctricos, fallas en el motor o incluso desgaste en los componentes internos. En estos casos, es probable que el sistema esté trabajando con esfuerzo excesivo, lo que puede provocar una avería total en cualquier momento.
Otra señal de alerta es la presencia de ruidos inusuales. Un portón eléctrico debe funcionar de manera fluida y silenciosa. Si comienza a chirriar, traquetear o emitir golpes metálicos al abrirse o cerrarse, es posible que haya partes sueltas, desalineadas o dañadas. Estos sonidos no deben tomarse a la ligera, ya que podrían derivar en una rotura repentina o, peor aún, en un accidente si el portón deja de sostenerse correctamente.
El movimiento lento o trabado también es un indicio de que algo no está funcionando como debería. En ocasiones, esto se debe a obstrucciones en el riel (en el caso de portones corredera) o a una mala lubricación de las bisagras (en los batientes). Sin embargo, si el mantenimiento básico no soluciona el problema, podría tratarse de un fallo más profundo en la automatización o el sistema de tracción, lo que requiere revisión profesional.
Además, si tu portón presenta desajustes en su alineación, como abrirse desparejo, quedar mal cerrado o no encajar correctamente en su estructura, esto es motivo suficiente para solicitar servicio técnico. Estos problemas pueden afectar la seguridad del hogar, dejando puntos vulnerables por los que alguien podría ingresar sin autorización.
Otro signo crítico es el sobrecalentamiento del motor. Si el portón se detiene luego de poco uso o si el motor se calienta más de lo normal, es urgente revisar el sistema. El sobrecalentamiento podría deberse a un cortocircuito, al exceso de peso del portón o a una configuración inadecuada, y prolongar su uso en esas condiciones puede dañar el equipo de forma permanente.
Tampoco se deben pasar por alto los fallos eléctricos, como chispas, cortes de energía localizados, o problemas con la placa de control. Estos incidentes no solo comprometen el funcionamiento del portón, sino que también representan un riesgo potencial de incendio o descargas eléctricas. En estos casos, el llamado a un técnico especializado debe ser inmediato.
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